¿Qué es?
El melasma es una condición cutánea que se manifiesta como una decoloración irregular en la piel, comúnmente en el rostro. Suele relacionarse con la exposición al sol y algunos desencadenantes, incluyendo el embarazo y el uso de anticonceptivos orales.
Aunque el melasma se presenta en su mayoría en mujeres, también puede afectar a hombres, particularmente en aquellos con tonos de piel más oscuros. Es común en mujeres jóvenes y se observa a menudo en la frente, mejillas y el área del labio superior. Tiende a ser más prominente en individuos de piel más oscura y es especialmente visible durante los meses soleados o el verano.
Se cree que el melasma está vinculado a respuestas hormonales, lo que explica su aparición durante el embarazo o al tomar anticonceptivos. Sin embargo, también puede surgir sin una razón aparente, y en muchas ocasiones, no se encuentran desequilibrios hormonales. Las personas afectadas tienen melanocitos más sensibles, posiblemente por una mezcla de factores hormonales y genéticos. Estos melanocitos pueden producir exceso de pigmento, especialmente cuando se exponen al sol, resultando en manchas.
A pesar de la eficacia de ciertos láseres en la eliminación de manchas, el uso de láser para el melasma no es aconsejable. Aunque puede ofrecer mejoras temporales, el melasma suele regresar. Hay ocasiones en que el tratamiento con láser puede intensificar el problema. Es crucial consultar a un dermatólogo para un diagnóstico y consejo adecuados.
El primer paso es identificar y, si es posible, eliminar cualquier factor desencadenante. Es esencial que las personas afectadas entiendan la condición y prioricen la protección solar. Aunque se pueden prescribir tratamientos tópicos para reducir la pigmentación, es vital usar protector solar continuamente. Además, los tratamientos despigmentantes y peelings químicos pueden ser parte del régimen de cuidado.
En Soy Radiante, te guiamos hacia un diagnóstico preciso y te brindamos opciones de tratamiento adecuadas, con un seguimiento completo para minimizar la recurrencia del melasma.
Para apreciar la eficacia de los tratamientos dermatológicos contra el melasma, no hay mejor prueba que las imágenes de antes y después. Estas fotografías actúan como evidencia visual del cambio que un tratamiento adecuado puede alcanzar. Al observar el estado inicial y contrastarlo con los resultados post-tratamiento, es posible notar no solo la disminución o eliminación de las manchas causadas por el melasma, sino también una mejora significativa en la uniformidad y luminosidad de la piel.
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